Sin embargo, a medida que los niños crecen, sus necesidades emocionales y sociales se diversifican, y a menudo los padres sienten que ese radar empieza a fallar.
Por lo general, un niño no expresa con palabras que necesita a su padre o madre. Lo hace a través de señales. Como dice el conocido refrán: «Un niño sabe cómo pedir un vaso de agua, pero no cómo pedir un vaso de atención.»
Escuchar Más Allá de las Palabras
Cuando un hijo o hija tiene una rabieta, es esencial escuchar más allá de los gritos y llantos. ¿Cómo podemos interpretar lo que realmente necesita?
El cuento La familia Ciscos, editado por Creciendo en Espiral, ofrece estrategias útiles para transformar los conflictos familiares en entendimiento y comunicación. En esta historia, las conductas se presentan como una necesidad no expresada que la familia debe aprender a identificar y comprender.
De manera similar, el juego educativo «BdR» de la misma editorial, invita a reflexionar sobre las necesidades detrás de las conductas infantiles. Este recurso ayuda a los padres a entender que, a menudo, un mal comportamiento refleja una necesidad insatisfecha expresada de forma incorrecta. Nuestra tarea como cuidadores es desentrañar qué está ocurriendo y ofrecer una respuesta adecuada.
Tipos de Necesidades y Cómo Detectarlas
Cuando utilizamos el juego “baraja de recursos” BdR, podemos encontrar que existen cuatro tipos principales de necesidades que podemos identificar en los niños. Una vez detectadas, es crucial responder con calma y reflexionar sobre las siguientes preguntas:
- Necesidades fisiológicas
- ¿Tiene hambre, sueño o frío?
- Necesidades cognitivas
- ¿Es su conducta típica de su etapa evolutiva?
- ¿Hay algo que necesita aprender en este momento?
- Necesidades sociales
- ¿Está tratando de comunicar algo y no sabe cómo expresarlo?
- ¿Es su forma de relacionarse con los demás?
- ¿Necesita atención o aprender otra forma de interacción?
- Necesidades emocionales
- ¿Está teniendo dificultades para gestionar su enfado, tristeza o vergüenza?
- ¿Es una manera de llamar la atención o de recibir cariño?
El Valor de Detectar las Señales
Responder a estas preguntas nos permite detectar y atender las necesidades de nuestros hijos de manera efectiva. De este modo, en el juego baraja de recursos ( BdR) aprendemos a fomentar un estilo de apego seguro, donde los niños se sienten comprendidos y conectados con sus cuidadores.
Aunque pasemos gran parte del día junto a ellos, no significa que sus necesidades emocionales y sociales estén siempre cubiertas. Algunas señales de que necesitan más atención incluyen:
- Rechazo de autonomía: Prefieren que les demos de comer o vestirles, mostrando que necesitan más mimos.
- Evitar jugar solos: Indica que buscan compañía.
- Agresividad: Pegar puede reflejar una falta afectiva o la necesidad de aprender límites y nuevas formas de comunicarse.
- Quejas constantes: Pueden ser síntoma de un malestar o conflicto familiar.
- Pedir agua por la noche: Puede ser miedo, necesidad de compañía o querer asegurarse de nuestra presencia.
- Rabietas: Especialmente comunes a partir de los dos años, son expresión de frustración y falta de autorregulación. Ayudarles a regular sus emociones y marcar límites claros es fundamental.
Construyendo Conexión y Comprensión
Tal y como aparece en el cuento de la Familia Ciscos, cuando logramos interpretar las señales y responder de forma adecuada, nuestros hijos e hijas se sienten comprendidos y conectados con nosotros. Este vínculo es crucial para su desarrollo emocional y fortalece la relación familiar.
En resumen, la clave está en escuchar más allá de las palabras, entender lo que realmente necesitan y actuar con empatía. De este modo, podemos guiarles hacia una forma más saludable de expresar sus emociones y necesidades.