Según la teoría del apego de John Bowlby, el apego ansioso se desarrolla a partir de experiencias en la infancia en las que el niño no se siente seguro ni protegido por sus cuidadores. Las personas con este tipo de apego muestran características como la necesidad constante de contacto físico y emocional, miedo a la separación o al abandono, inseguridad y problemas para confiar en los demás. También pueden experimentar celos y temor a las traiciones, lo cual afecta sus relaciones.

Características comunes en la conducta
Las personas con apego ansioso pueden presentar comportamientos como impulsividad, altibajos emocionales, necesidad de validación, baja autoestima, intolerancia a la incertidumbre y ansiedad constante. Estas personas suelen preocuparse por si son amadas, tienen miedo de decepcionar a los demás y basan sus relaciones en la dependencia emocional, mostrando una obsesión por complacer a otros y temor a confiar.

Apego ansioso en la pareja
El apego ansioso puede tener un impacto negativo en las relaciones de pareja, generando dependencia emocional, conflictos por miedo a la separación, intentos de control y necesidad constante de validación. Estos comportamientos pueden hacer que la relación se vuelva tensa y poco saludable.

Cómo superar el apego ansioso
Superar el apego ansioso es un proceso complejo, pero posible. La terapia psicológica es una herramienta fundamental para trabajar en ello. Tres estrategias importantes incluyen la práctica de meditación o mindfulness para manejar emociones, trabajar en la autoestima y buscar la ayuda de un profesional para comprender y gestionar las raíces del apego ansioso.

Aspectos a trabajar

1. Toma de conciencia: Haz un análisis de tus relaciones y registra cómo te sientes en ellas. Reflexiona sobre si tus patrones de comportamiento son la causa de tu malestar.
2. Indaga en tus miedos: Enumera tus miedos en las relaciones y evalúa su racionalidad. Identifica si han estado presentes en todas tus relaciones y piensa en acciones para enfrentarlos.
3. Trabaja en tu autoestima: Reconoce tus fortalezas, establece metas simples y celebra tus logros. Rodéate de personas que refuercen tu autoestima y aprende a practicar la autocompasión.
4. Potencia tu independencia: Aprende a disfrutar de la soledad y haz actividades sin compañía. Esto fortalece tu sentido de independencia y seguridad.
5. Regulación emocional: Practica el mindfulness y técnicas de respiración para controlar la impulsividad y reducir la ansiedad.
6. Elige bien a las personas en tu vida: Evita relaciones dañinas y aprende a reconocer patrones de dominación. Es preferible estar solo que con personas que no aportan bienestar.
7. Sana las heridas de la infancia: Trabaja en los traumas y patrones de apego disfuncionales que puedan tener origen en tu infancia.