Orgullo: Mensaje primero: «Estoy orgulloso de ti»
Esta frase sencilla contribuye a construir la autoestima de un adolescente. Aunque es común expresarla tras un logro, es especialmente importante cuando comete errores. Sentirnos orgullosos de ellos por ser quienes son, sin importar el resultado, fortalece su confianza. Decir frases hirientes en momentos de fracaso puede dañar profundamente su autoestima y transmitir un mensaje de desaprobación como ser humano.
Presencia: Mensaje segundo: «Siempre estaré aquí para escucharte»
Los adolescentes necesitan la certeza de que pueden contar con sus padres, incluso en momentos de rebeldía. Si no encuentran atención y apoyo en casa, buscarán ayuda en otros lugares. Escuchar sin interrumpir ni juzgar demuestra que son importantes para nosotros y fomenta un ambiente de respeto mutuo.
Comprensión: Mensaje tercero: «Quiero comprenderte»
Es fácil que los adolescentes piensen que sus padres no los entienden. A menudo, confunden la falta de acuerdo con la falta de comprensión. Decir «quiero comprenderte» y pedirles que expliquen sus sentimientos ayuda a abrir la conversación y aclarar malentendidos. Si el problema es una diferencia de opiniones, es útil repetir sus argumentos para demostrar que los entendemos.
Confianza: Mensaje cuarto: «Confío en ti»
La confianza de los padres es esencial para el desarrollo de los adolescentes. Perder esa confianza puede ser devastador. Debemos transmitir que la confianza se construye gradualmente y que su nivel de madurez debe corresponder al grado de responsabilidad que les damos. No podemos evitar protegerlos, pero tampoco podemos negarles la oportunidad de ganar nuestra confianza.
Cariño: Mensaje quinto: «Te quiero»
Expresar amor de manera frecuente es crucial para los adolescentes. Este es el mensaje más importante, ya que refuerza todos los demás. Un «te quiero» sincero y constante les asegura que son amados incondicionalmente, incluso en momentos difíciles. Pasar tiempo de calidad con ellos también es fundamental para demostrar ese amor, más allá de los regalos o el cuidado material.
Reflexión y acción
Es fácil olvidarse de las necesidades comunicativas de nuestros hijos cuando estamos ocupados. Un recordatorio en nuestra agenda puede ayudarnos a dedicar tiempo para hablar con ellos, incluso en semanas ocupadas. Debemos enseñarles que el amor y la aceptación no dependen de sus logros, sino de quienes son.