4 de diciembre de 2024

CRECE EN ESPIRAL, DEJA DE LADO TUS ACTITUDES DISFUNCIONALES

Podemos hablar de 7 actitudes disfuncionales:

  1. La necesidad de aprobación
  2. La necesidad de amor
  3. La necesidad de valoración
  4. La necesidad de perfección (hay un artículo específico en Creciendo en Espiral)
  5. La necesidad de que me hagan feliz
  6. La necesidad de ser omnipotente
  7. La necesidad de los demás, o la escasa autonomía

Leídas así, todas seguidas, no nos parece que tengan mucho que ver con nosotros, quizá no las vemos muy cercanas, pero vamos a ponerlas en palabras coloquiales y veremos cómo nos suenan mucho más:

  1. Voy a hacer esto porque les va a encantar. Voy a decir esta frase para que vean que sé mucho del tema. Espero que lo que he hecho les parezca perfecto. Tendrán que decir que mi aportación está genial.
  2. Siendo como soy, todos me tendrán que querer. Tienen que demostrar que me quieren. Si nadie me quiere no merece la pena vivir. Con esto que hago ahora, no les va a quedar otro remedio, me querrán.
  3. Tengo que ser la mejor. Tiene que quedar claro que la idea fue mía. Paso de hacer eso que nadie valora, aunque me encante hacerlo, además, no puedo decir a nadie que me gusta hacerlo.
  4. La perfección es mi lema, puedo presumir de ello, y lo hago para que sen den cuenta.
  5. Si yo doy, me tienen que dar, si yo quiero, me tienen que querer. Yo lo di todo por mis hijos y ahora ellos me tienen que hacer feliz a mí. Merezco que los demás me cuiden y me den felicidad.
  6. Soy el punto central de las reuniones. Yo soy la administradora del WhatsApp. Seguro, qué si yo no voy, se suspende la reunión. Todos cuentan conmigo. Sin mí no se harían las cosas que hacemos.
  7. ¿Con quién salgo hoy? Necesito que alguien me diga que sí, ¿cómo voy a ir sola/o a esto? No me atrevo a hacerlo sola. Tengo que hacer algo urgente, voy a buscar quien me compaña.

Quizá así lo veamos más claro ¿no?

Si nos fijamos bien, todas estas actitudes disfuncionales empiezan con la palabra: NECESIDAD. Yo necesito.

Tápate la boca y la nariz, o haz que alguien te las tape, impidiendo la respiración hasta que no puedas más, hasta que casi, casi te asfixies y cuando te destapes o te destapen y puedas respirar, verás que solamente tienes una necesidad: Respirar. Lo que te falta es el aire.

Son necesidades que te has ido creando mentalmente y llevadas a conductas visibles o frases dichas en voz alta, porque quizá no has hecho de ti una persona autosuficiente, y a largo plazo te van surgiendo situaciones a las que tú sola o solo, no eres capaz de enfrentarte. Te has creado un montón de actitudes disfuncionales que te obligan a actuar, puedes ir de diva, creerte el centro del mundo, sentirte perfecto y que arrollas, pero si empiezas a hablarte ti misma con sinceridad, franqueza y sin usar esos refugios de necesidad o de altanería, verás la realidad.

Párate. Analízate, y si crees que es así, ponle freno. Siempre hay tiempo.

Puede ser que solo te veas reflejada en algunas de las actitudes disfuncionales que hemos analizado. Muchísimo mejor. El trabajo que tienes por delante es más sencillo. Anótalas, toma nota de donde están tus fallos, proponte seriamente cambiar aquellas que has comprendido que te están fastidiando la vida y una a una ponle conductas paralelas, con las que te sientas cómoda porque son las tuyas sin esfuerzo ni fingimiento. Ensáyalas y auto obsérvate, comprueba resultados desde tu punto de vista y con el tiempo, desde el punto de vista de los que te rodean.

Si te va bien el cambio de una de las actitudes, empieza con la siguiente. Puedo asegurarte que serás más feliz, no que los demás te hagan feliz si no porque con tu manera de ser, te sientes feliz y eres capaz de disfrutar.

Herramientas que puedes utilizar, “Kana la heredera perfecta”, “Max no quiere estar solo”, el Manual “Qué es lo que siento”, dependerá de tu edad, los filtros mentales” puede servirte.